Svetlana Gannushkina

 

RUSIA – 1942

Autor del texto: Mario Pavón Domingo

 

No existen personas sin derechos, ¡es tan evidente! Y, sin embargo, lo olvidamos todos, sociedad civil y políticos

Svetlana Gannushkina es una activista y defensora de los Derechos Humanos en Rusia. Su trabajo se enfoca en la defensa de los derechos de las personas migrantes, refugiadas y desplazados internos en el territorio ruso. Desde su posición ha tratado de dar apoyo y asistencia a los mismos, y de defender cambios legislativos para garantizar la protección de estos colectivos. Todo ello ha hecho que su trabajo sea reconocido internacionalmente con numerosos galardones en materia de Derechos Humanos. Ante la invasión rusa a Ucrania, Svetlana ha sido una de las personas que se ha manifestado para alzar su voz  contra la ocupación, y por ello ha sido detenido.

 

Nacida en 1942, estudió matemáticas en la Universidad Estatal de Moscú. Fue profesora de matemáticas en la Universidad Estatal de Humanidades de Rusia. Su preocupación por la defensa de los derechos fundamentales, la ha llevado a denunciar los casos de antisemitismo y discriminación en la universidad. Así, fundó el Comité de Asistencia Cívica y fue miembro del Consejo de Derechos Humanos de la Presidencia Rusa. También forma parte del consejo de Memorial, dedicada a la investigación en materia de memoria de las personas afectadas por la represión soviética y al monitoreo de la situación de los Derechos Humanos en Rusia.

 

Svetlana ha trabajado de forma incansable en la defensa de los derechos de las personas refugiadas y migrantes, denunciando las violaciones de derechos humanos que estos sufren. Esto lo hace a través del Comité de Asistencia Cívica, que ella misma fundó en 1990. Esta organización provee apoyo legal y asistencia a todos ellos. Además, desde 2008 presta asistencia jurídica a los trabajadores migrantes para protegerlos de prácticas abusivas por parte de los empresarios. Sin embargo, la carencia de un sistema eficaz de asilo y recepción en Rusia provocó que la organización aumentara sus funciones. De este modo, creó albergues temporales para los refugiados y migrantes más vulnerables. La inoperancia del sistema de asilo ruso no fue el único obstáculo al que tuvo que enfrentarse, ya que el Comité de Asistencia Cívica fue puesto en la lista de “agentes extranjeros” por parte del Gobierno ruso. A pesar de ello, continua con sus labores en la asistencia a refugiados y migrantes

 

Además, ella guarda una estrecha relación personal de todas las personas con las que ha tratado y ayudado, manteniendo el contacto mutuo e interesándose por cómo están sus vidas tras llegar al país de acogida.  

 

También, Gannushkina fundó en 1996 en Moscú el Centro de Educación y Adaptación, que ofrece cursos de ruso y asistencia educativa a refugiados, tanto niños como adultos. Cuenta con estudiantes universitarios rusos que se prestan voluntarios a enseñar en el centro. Además, en el marco del conflicto sirio, Svetlana puso en marcha planes para crear escuelas dedicadas exclusivamente a niños sirios ante el aumento de los mismos en el territorio ruso. La educación es una herramienta fundamental para ella, de ahí sus esfuerzos en garantizar la accesibilidad de los migrantes y refugiados a la misma. Desde el Centro de Asistencia Cívica han denunciado en múltiples ocasiones ante los tribunales rusos la exclusión a los migrantes para recibir educación en el país, ya que algunas leyes solo permitían estudiar a aquellos cuya familia estuviera inscrita en territorio ruso. Con su trabajo lograron que esa inscripción para acceder a la escuela fuera revocada.

 

Uno de los áreas en los que se centró su defensa de los Derechos Humanos fue el Cáucaso, especialmente en Chechenia y Nagorno-Karabaj. Denunció los secuestros arbitrarios y las torturas que se producían en Chechenia. Su conocimiento de Chechenia le llevó a presentarse como candidata en su capital en otoño de 2016, encabezando la lista opositora de Yabloko. Sabía que no tenia posibilidades de salir electa, como se demostró con la victoria de Razman Kadyrov por un 99%, pero quería aprovechar la oportunidad para dar voz a las vulneraciones de los derechos fundamentales que se producían en el territorio. En lo relativo a Nagorno-Karabaj, Svetlana Gannushkina participó en actividades de mantenimiento de la paz desde 1988, así como en procesos para permitir que prisioneros armenios y azeríes regresaran a sus hogares. En esta línea continuó trabajando en el Grupo de Trabajo Internacional para la liberación de los prisioneros y la búsqueda de los desaparecidos y rehenes del conflicto.

 

El alto conocimiento sobre la legislación en materia de la defensa de los derechos de los refugiados, y su influencia en este campo, la llevó a formar parte del Consejo de Derechos Humanos de la Presidencia Rusa. En este puesto defendió las enmiendas a la ley sobre refugiados, logrando que más de dos millones de ellos obtuvieran la ciudadanía rusa. Sin embargo, en 2012 renunció a su puesto debido a las irregularidades en las elecciones presidenciales de ese mismo año.  En este sentido, afirmó que “en 2002, cuando se creó esta institución consultiva al servicio del presidente, Putin aún nos escuchaba, pero hace mucho que no nos reúne, porque para liquidar las instituciones de la sociedad civil no necesita nuestro consejo”

 

Su trabajo en la defensa de los Derechos Humanos en Rusia, en especial el de los refugiados y migrantes, la llevaron a recibir numerosos reconocimientos. Uno de los primeros lo recibe en 1997, con el Premio Open Society Foundation, que compensaba su trabajo pionero en Rusia. La organización humanitaria checha “Hombre en emergencia” concedió a Svetlana en 2006 su Premio Homo Homini por su activismo. En 2007, recibe el Premio a la Libertad Andrei Sarajov por parte del Comité Noruego de Helsinki. A ello se le suma en 2016 el Right Livelihood Award, considerado el Premio Nobel Alternativo. Este premia a las personas que resuelven problemas globales, y le fue concedido a Svetlana debido a la promoción de los Derechos Humanos y la justicia para los refugiados, migrantes forzados y diferentes grupos étnicos. Además, en 2010 Svetlana Gannushkina fue candidata a recibir el Premio Nobel de la Paz.

 

En el marco de la invasión rusa a Ucrania sucedida en febrero de 2022, Svetlana fue una de las voces que se salieron a manifestarse contra la ocupación. Sin embrago, la represión y las violaciones de los derechos fundamentales en el país llevaron a que fuera detenida el 6 de marzo de 2022. Ya desde antes era crítica con el gobierno, afirmando en 2019 que trabaja “precisamente en lo que Putin no quiere que hagamos porque nuestra actividad pone en evidencia que estos derechos son violados constantemente”.

 

El activismo de Svetlana en la defensa de los derechos de los refugiados y migrantes ante los tribunales rusos y europeos han impedido la repatriación forzada de muchos de ellos a países de Asia Central donde su seguridad no podía ser garantizada. A ello, le sumamos su defensa de los Derechos Humanos en Rusia, en especial en la situación contemporánea de conflicto, siempre con la visión puesta en la defensa de los derechos de los refugiados y migrantes que generan los conflictos.