Reine Gansou  

 

COSTA DE MARFIL – 1956

Autor del texto: Guilherme Veiga

 

Me gustaría participar plenamente en la construcción de un mundo menos violento, un mundo en el que los derechos humanos estén en el centro de las decisiones políticas»

Nacida en Abidjan, Costa de Marfil, empezó su educación primaria en Gabón pero fue en Benin, cuando su familia se trasladó en 1968, donde siguió sus estudios hasta graduarse en Derecho (1983),  y realizar una maestría en Derecho Empresarial en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Benin. Casada y con seis hijos, a lo largo de su vida  ha utilizado el derecho como una herramienta para defender a las personas pobres y desfavorecida de su país contra la constantes violaciones de los derechos humanos:  “Tengo la preocupación de hacer de la ley un factor de desarrollo”.

 

Fue admitida en el Colegio de Abogados de Benin en 1986,  y de allí pasó a trabajar en defensa de los derechos humanos. Fue profesora de Derecho y conferencista en la Universidad de Abomey, Calavi y Parakou (Benin), por donde contribuyó a la elaboración de un nuevo Código Procesal Penal beninense, además de organizar numerosas publicaciones y conferencias. Trabajó incansablemente para ayudar a crear un sistema de derecho internacional africano con principios, normas y procesos de protección a los derechos humanos y recibió distintos premios por su actuación.

 

Alapini-Gansou es miembro de varias organizaciones nacionales e internacionales, incluido el Colegio de Abogados Penal Internacional, la Asociación Internacional de Abogados Defensores, las Abogadas Mujeres de Benín, la Asociación de Abogadas de Benin y la Asociación de Benin para la Ley del Desarrollo. Fue una de las fundadoras de WILDAF-Benin, de la Red para Derechos de la Mujer y Desarrollo en África, donde por cinco años prestó asistencia jurídica a mujeres víctimas de violencia ante los tribunales de su país, y colaboró con los Abogados sin Fronteras en el proyecto “Justicia para Todos en Rwanda”.

 

Entre 1993 y 2002 profundizó sus estudios con especializaciones en Derecho Internacional de los Derechos Humanos promovidos por el Instituto de Derechos Humanos y Desarrollo en Africa (Banjul), el Instituto Internacional de Derechos Humanos (Estrasburgo) y la Organización Internacional de Derecho para el Desarrollo (Roma). También realizó  estudios avanzados en Derecho y Políticas Ambientales promovido conjuntamente por las Universidades de Maastricht, Lomé y Bután en (1999), así como en Common Law por la Universidad de Lyon (2007).

 

Fue en la Comisión Africana de Derechos del Hombre y de los Pueblos –  donde estuvo de 2005-2017 y de la cual fue Presidente y Relatora Especial sobre Defensores de Derechos Humanos en África – que Reine pudo desarrollar los trabajos que tuvieron mayor impacto. Ella considera que : El relator especial debe ser visto como el supervisor de la promoción y protección de los derechos humanos en África”. Lideró el Grupo de Estudios que culminó en las Directrices sobre Libertad de Asociación y Reunión; publicó un informe sobre Policia y Derechos Humanos; contribuyó con los Principios y Directrices sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos en la Lucha contra el Terrorismo, las Directrices para la Vigilancia de Reuniones por el Poder Público y en las Directrices sobre las Condiciones de Detención, Custodia Policial y Prisión Preventiva; y además defendió los derechos de las personas ancianas, de las mujeres, de las  personas discapacitadas, de los homosexuales, de los enfermos de SIDA y de comunidades indígenas y minorías étnicas africanas.

 

Defensora de los derechos humanos en África, Reina se preocupa de las dificultades que sus compañeros y compañeras enfrentan en su trabajo diario : Los defensores de los derechos humanos deben seguir creyendo en lo que hacen. De hecho, ser un defensor en África a menudo significa poner las propias necesidades en segundo lugar, por lo que sin una profunda convicción en lo que hace, puede surgir el desánimo y puede ser tentador rendirse.”  Por eso realizó investigaciones acerca de la situación de  las personas defensoras de derechos humanos y capitaneó proyectos para su promoción y capacitación, así como para la protección contra las represalias diarias que enfrentan.

 

Apoyó a la organización de la sociedad civil africana en la promoción de los derechos humanos y, dirigiéndose a ellos, expresó sus principales preocupaciones: “Lo primero que quiero pedirles a los defensores es que sigan creyendo en lo que hacen. También es fundamental que los defensores de los derechos humanos den prioridad al diálogo, independientemente de quién sea la otra parte. Y finalmente, es fundamental que los defensores no trabajen de forma aislada porque un defensor de derechos humanos aislado es un defensor de derechos humanos vulnerable.» 

 

Su actividad en el campo de la Arbitraje International igualmente ha sido muy relevante. Fue presidente del Comité Técnico que creó el Estatuto y la Reglamentación del Centro de Conciliación, Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio e Industria de Benin, de la cual intervino como arbitra; actuó como arbitra en la Asociación Interprofesional del Algodón de Benin; y a partir de 2012 pasó a integrar la Corte de Arbitraje permanente de las Naciones Unidas (Haya), lo que se le permitió participar de la Comisión de Averiguación de Violencia Postelectoral en la Costa del Marfil y de la Misión de Investigación sobre las Violaciones de los Derechos Humanos en Burundi y de la Misión Internacional de Apoyo Africano en Malí y Sahel.

 

Pero fue en 2015 cuando Reine dio el paso más significativo de su carrera internacional: empezó a trabajar como abogada de oficio en la Corte Penal Internacional, cuya función fue asegurar el derecho de defensa de los acusados sin representación letrada. En 2018 fue nombrada juez de la Corte Penal Internacional, que supuso un reconocimiento a su trayectoria profesional.  Ella dijo : “Si bien soy consciente de que el viaje aún es largo, quiero servir no solo a África; Pero la comunidad internacional en todas sus dimensiones (…) Quiero continuar la labor de protección de los derechos humanos al nivel de la institución judicial internacional permanente por excelencia, la Corte Penal Internacional ”.