Rasuna Said 

INDONESIA – 1910

Autora del texto: Marina Gómez García

 

¡Luchamos con convicción! Si ganamos en nuestra lucha, obtendremos dos beneficios. Primero, Indonesia será libre; segundo, el paraíso como lo prometió Dios. Y si fallamos – pero no se nos permite hacerlo – entonces, de hecho, no se logrará una Indonesia libre, pero el paraíso aún espera.”

Rasuna Said o más conocida como la Leona de Indonesia fue una activista política por la Independencia del país asiático, además de una gran defensora de los derechos de las mujeres en especial para la educación y actividad política. Debido a su gran participación en la esfera social y política para la lucha de la independencia de Indonesia fue nombrada en el año 1974 Héroe Nacional siendo la séptima mujer en recibir este honor.

Rasuna Said nació el 14 de septiembre del año 1910 en Maninjau dentro de la actual Regencia de Agam en Indonesia, si bien en aquel momento era parte de las Colonias de las Indias Orientales Neerlandesas. Dentro del seno de una familia musulmana y a diferencia de sus hermanos, los cuales optaron por la vía secular, ella se instruyó dentro del islam en la escuela Diniyah Putri fundada por Rahmah el Yunusiyah, otra de las grandes defensoras de los derechos de las mujeres en Indonesia, e igual que Rasuna, heroína nacional.

Indonesia en ese momento se encontraba dentro de las colonias neerlandesas de ultramar desde hacía más de 300 años, si bien desde siglos atrás había estado ocupada y es que debido a su posición geoestratégica dentro del océano pacífico ha sido punto de encuentro para navegantes y rutas marítimas. Los holandeses cuando llegaron se hicieron con el control de toda la actividad comercial, haciendo de Indonesia una parte más del famoso triángulo comercial triangular, en donde las potencias explotaban las materias primas de las colonias sin dejar un ápice de ganancia en las mismas, sumiendo a la población en una gran miseria de la cual les será muy complicado remontar en los periodos post-coloniales.

A muy temprana edad desarrolló una gran conciencia política basando sus ideales en el nacionalismo y en la defensa de la religiosidad, lo que le llevará a ser expulsada de su colegio, el cual prohibió cualquier manifestación de carácter político. Si bien, y continuando con sus estudios se trasladó a otra escuela ligada al activismo político donde adquirirá gran conocimiento gracias a los numerosos discursos de su director, H. Udin Rahmani, acerca de la necesidad de descolonización e independencia de Indonesia.

Ya con 16 años, en el año 1926, se afilió a una organización de índole comunista llamada Sarekat Rakyat, esta sin embargo se disolvió relativamente pronto tras los fallidos levantamientos comunistas en Sumatra Occidental. A pesar de esto su recorrido político no se frenó y en 1930 se afilió al PERMI o Unión de Musulmanes Indonesios cuyos pilares fuertes eran el islam y el nacionalismo independentista. La educación para las mujeres se convirtió para Rasuna, en el motivo principal de su lucha y un año después de su afiliación política fundó una escuela para mujeres en Padang, ciudad desde donde operaba el PERMI.

El 23 de octubre de 1932 y durante una reunión pública de la sección de mujeres del PERMI en Padang, Said pronunció un fuerte discurso anticolonial llamado “Pasos hacia la independencia del pueblo en una Gran Indonesia” condenando la miseria y el daño causado al pueblo indonesio por la potencia colonial, Holanda. Además, y durante este discurso reivindicó la palabra sagrada del islam, refiriéndose varias veces al Corán como un elemento de condena al imperialismo.

A las pocas semanas de este famoso discurso, subió a la tribuna en la ciudad de Payakumbuh ante miles de personas condenando de nuevo el colonialismo y asegurando que el imperialismo holandés era el mayor de los enemigos de la población de Indonesia. Durante este discurso la necesidad de independencia su postuló como hilo conductor “Debemos lograr la independencia de Indonesia, la independencia debe llegar”. Este último speech fue tan poderoso que para las autoridades coloniales la Leona empezó a suponer una amenaza y semanas después fue arrestada y acusada de “sembrar el odio”, convirtiéndose en la primera mujer en ser condenada por este tipo de delito.  

Su voz, la cual lideraba a miles de personas, fue silenciada por los colonos, siendo condenada a 15 meses de prisión. Pese a esto Rasuna utilizó su juicio seguido por todo el país para abogar por la independencia con un gran respaldo del pueblo. La encarcelaron en la región de Java Central, muy lejos de su actividad política con el objetivo de acallar lo máximo posible sus ideas; pero estas seguirían presentes dentro de la gente y más de mil personas acudieron a su despedida en el barco que le llevaría a Java.

En el año 1934 y con ya 24 años Rasuna fue liberada de prisión y regresó a Padang donde se adscribiría a la Escuela de Formación de Maestros del PERMI durante cuatro años, lo que la permitió seguir ampliando sus conocimientos respecto a oratoria además de expandir su aptitudes como maestra para la escuela que regentaba en la misma región. Durante sus años de estudio también trabajó como periodista en la revista universitaria Raya, publicando numerosos artículos detractores al colonialismo holandés.

En 1938 se trasladó a Medan para seguir con su actividad política durante un corto periodo de tiempo, ya que en el 1942 regresó a la ciudad de Padang debido a la invasión japonesa de las Indias Orientales Holandesas. En un intento de demostrar su poder, los japoneses la arrestaron ya que pertenecía al PERMI, una organización de índole independentista pro-Indonesia, a pesar de esto, las autoridades retrocedieron rápidamente puesto que entendieron que su detención podría provocar un levantamiento popular, al cual no se veían capaces de afrontar. En 1943 se unió a la fuerza militar de voluntarios Giyūgun, que había sido establecida por los japoneses en Sumatra, si bien esto lo utilizó como mera plataforma para seguir con su lucha de consecución de derechos para las mujeres, y con este pretexto ayudó a abrir más escuelas para mujeres dentro de Indonesia.

Tras la derrota de Japón una vez terminada la Segunda Guerra Mundial e iniciado el proceso de descolonización, Indonesia logró su independencia el 17 de agosto de 1945. Es a partir de este momento que la implicación de Rasuna por la independencia se ve compensada, trabajando en organizaciones pro-república se convirtió en 1947 miembro de alto rango y jefa de la sección de mujeres del Frente de Defensa Nacional. Si bien, sus ideales comunistas seguían presentes por lo que se unió al Volksfront, componente de la Unión de Lucha establecida por el líder nacionalista-comunista Tan Malaka y debido a las tensiones políticas entre el gobierno y la organización fue puesta en arresto domiciliario durante una semana.

Pese a su última detención, el poder político de la Leona seguía y consiguió ser miembro del Consejo Representativo de Sumatra y en julio de 1947 se convirtió en miembro del Comité Nacional Indonesio Central (KNIP), para el asesoramiento del recién presidente de la Indonesia Independiente. Y en el año 1949 fue nombrada miembro del Comité de Trabajo del KNIP en representación de la región de Sumatra. Un año más tarde, en 195º fue nombrada miembro del Consejo Provisional de Representantes del Pueblo, debido a su importante actividad política-civil. Y seis años antes de su muerte en 1965 fue nombrada miembro del Consejo Asesor Supremo de Indonesia, siendo la única mujer en esos tiempos que alcanzó el puesto.

Tras su muerte, y en el año 1974 fue nombrada héroe nacional de Indonesia por su servicio como promotora de la independencia y de los derechos humanos, especialmente de las mujeres. A día de hoy, su figura nos inspira como mujer luchadora y poderosa que defendió sus ideales y la libertad de su pueblo con tanta fuerza se convirtió en la Leona de Indonesia.