Inna Shevchenko

 

UCRANIA – 1990

Autora del texto: Baiden Wright

 

“Cuando los hombres luchan en las guerras, depende de las mujeres ganarlas.”

 

Inna Shevchenko nació en Kherson, Ucrania en junio de 1990. Ella tuvo ambiciones desde joven, estudio periodismo en la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev. Shevchenko se unió a FEMEN, un grupo que protesta contra la explotación sexual de mujeres ucranianas. En 2009 fue despedida de su trabajo con la oficina de prensa del alcalde de Kiev a causa de su participación en una protesta. En su carrera como activista, encabezó una protesta en topless en Bielorrusia en la sede de la KGB, y fue detenida y torturada. Tuvo que exiliarse a Francia, donde continuó con su trabajo periodístico y públicó el libro La anatomía de la opresión (2017). En la actualidad realiza actividades de capacitación a las activistas de FEMEN en Francia y escribe para periódicos internacionales.

 

Desde su niñez, Inna Shevchenko se resistió las normas sociales impuestas a las mujeres.  Ella cuestionaba, el modelo de mujer en Ucrania, asociado a ser tranquila y obedientes y prefería actuar como una chica poco femenina, tomando como referencia la figura de su padre. Shevchenko valora mucho la inteligencia y adoptó como referencia el trabajo de los periodistas políticos. Sus estudios de periodismo en la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev sentó las bases para su futuro en el mundo del activismo.

 

Después de graduarse, Shevchenko inicialmente inició su carrera como periodista especializada en asuntos políticos.  Su primer trabajo fue en la oficina de prensa en la alcaldía de Kiev. Al mismo tiempo, ella conoció a unos miembros de FEMEN, un grupo ucraniano de activismo feminista y se unió a el. Esta organización se hizo conocida por sus protestas en topless para denunciar la explotación sexual en Ucrania.

 

El crecimiento de la organización de FEMEN fue paralelo a la participación creciente de Shevchenko con el grupo. A pesar de una reticencia inicial a protestar en topless, ella cambió de opinión y llegó a ser una participante muy activa en numerosas manifestaciones. Su primera protesta fue para denunciar la prostitución en Ucrania, como una forma de explotación de las mujeres. También cuestionó el gabinete del primer ministro ucraniano, que estaba integrado solo por hombres, y esto tuvo como consecuencia que fuera despedida y perdiera su trabajo.  

 

Unas de sus protestas más peligrosas en las que participó fue contra la KGB en Bielorrusia. Shevchenko y sus amigas participaron en una acción para llamar la atención sobre el silenciamiento de una protesta masiva que había ocurrido el año anterior.  Esto es considerado en Belarús, un delito muy grave. Shevchenko y sus compañeras fueron detenidas por seis o siete hombres enmascarados, y sufrieron amenazas de muerte y todo tipo de vejaciones.

 

Esta experiencia tan traumática no impidió que Shevchenko continuase con sus acciones de protesta. Tras el arresto del grupo ruso de Pussy Riot por su protesta en la iglesia, ella destruyó una cruz de madera estirando cuatro pies de altura. En su opinión, “ninguna empresa, ni siquiera una tan exitosa como la iglesia, tiene derecho a atacar los derechos de las mujeres”. Después de esta acción se fue a Francia y dio a conocer el trabajo de FEMEN en el ´mabito internacional. Primero con la sección francesa y posteriormente en otros lugares del mundo.

Ella ha ganado reconocimiento internacional por su activismo así como por sus trabajos escritos. Ha sido columnista para el Correo Huffington, The Guardian y CN y da conferencias.

 

Con la invasión de Ucrania, Shevchenko ha denunciado las acciones de Putin y ha firmado un manifiesto junto con otras figuras públicas para solicitar la entrada de Ucrania en la Unión Europea.  Y ha escrito diversos artículos condenando la violencia. Shevchenko describe a Putin como “un hombre pequeño con ambiciones gigantescas de poder y sed de abuso”, y llama a la acción contra el dictador. En su opinión, existe una obligación moral de hablar en contra de la guerra. “El silencio en la cara de un tirano hace al tirano más fuerte. Mirar más allá de los actos de violencia engendra más violencia. La neutralidad entre el bien y el mal acaba siempre del lado del mal”.

 

Shevchenko es, sin duda, una mujer fuerte por sus palabras y acciones que se han dado a conocer en Ucrania y en el mundo entero. Con la invasión de Ucrania, su voz debe ser escuchada.